EL ABANDONO a la Providencia Divina es una de las cosas esenciales que un cristiano debe hacer. También puede resultar ser una de las cosas más difíciles de lograr. Sin embargo, al confiar en la buena voluntad de Dios hacia nosotros y los demás, podemos proceder a liberarnos de nuestras preocupaciones y problemas. El Señor Jesucristo subrayó la necesidad de abandonarnos a la Divina Providencia varias veces, específicamente al referirse a las preocupaciones del mundo.
Aclaro que el abandono a la la providencia Divina no es una actitud de resignación a la adversidad o similar. Por el contrario, se centra con calma en nuestras labores para llevar a cabo la voluntad de Dios en nuestras vidas y en el mundo, principalmente a través de actos de caridad, a pesar de los obstáculos que puedan surgir. Nos esforzamos por hacer lo mejor que podemos en alineación con Su voluntad y confiamos en que Dios hará el resto.
Para facilitar este acto de abandono, San Josemaría Escrivá, el Santo de la Vida Ordinaria, escribió la siguiente oración. Encuentro esta oración extremadamente concisa y hermosa y recomiendo incorporarla en las oraciones de la mañana de cualquier persona. También recomiendo recitarlo siempre que nos enfrentemos a cualquier problema, especialmente si parece imposible de superar. Estoy seguro de que esta práctica nos será de gran ayuda en nuestros Caminos a la Rectitud.
Abandono a la Providencia Divina
Mi Señor y mi Dios:
En tus manos, abandono el pasado, el presente y el futuro,
lo que es pequeño y lo que es grande,
lo que es poco y lo que es mucho,
las cosas temporales y las cosas eternas.
Amén
