EL MAGNIFICAT es el himno de alabanza de María a Dios, a como se expresa en el Evangelio de Lucas¹. Es el himno mariano más antiguo y uno de los primeros himnos cristianos.
La oración puede ser hablada o cantada, y la Iglesia la incorpora frecuentemente a su Liturgia. El Magnificat también forma parte del Segundo Misterio Gozoso del Rosario.
San Luis de Montford también le pidió a sus congregaciones que tuvieran una devoción especial al Magnificat y recomendó que estos la rezaran frecuentemente. También se refería a menudo en sus oraciones a lo que decía San Ambrosio sobre el Magnificat:
«Que el alma de María esté en nosotros para glorificar al Señor; que su espíritu esté en nosotros para que nos regocijemos en Dios nuestro Salvador».
San Ambrosio
La oración nos permite meditar sobre la humildad de María y el favor de Dios hacia ella. Al recibir la alabanza de Santa Isabel durante su visita, al estar esta Llena del espíritu, María inmediatamente señala a Dios y lo glorifica. Ella comienza por dar las gracias Dios por las gracias que le ha concedido, en cumplimiento de las Escrituras y la alianza de Dios con Israel.
A continuación incluyo un video del Magnificat cantado por las Hijas de María. Seguido de la oración a como la enseña la Iglesia Católica.
El Magnificat
Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios mi Salvador,
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí.
Su nombre es Santo
y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación.
Él hace proezas con su brazo,
dispersa a los soberbios de corazón.
Derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes.
A los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos despide vacíos.
Auxilia a Israel su siervo, acordándose de su santa alianza
según lo había prometido a nuestros padres en favor de Abrahán y su descendencia por siempre.
Amén
Nota:
1 Lucas 1:46-55